Una noche de invierno de 1920, en un teatro
de Buenos Aires nació un prodigio. Un grupo de jóvenes inquietos se trepó a los
techos para instalar frágiles antenas, conectadas a un precario transmisor y
consiguieron irradiar la sesión de ese día, que era la ópera “Parsifal”.
Los
días siguientes, la aventura sonora continuó con la retransmisión de otras
óperas (“Aída”, “Iris”, “Rigoletto” y “Manon”). La radio había comenzado una
andadura que este año cumple un siglo de vida.
En la carrera de Comunicación Social de la
Universidad Nacional del Comahue, el Área Radiofónica decidió rendir tributo a esa
travesía resonante mediante un ciclo llamado, precisamente, “Los sonidos de un siglo”. Lo difunde la
estación universitaria “Antena Libre” FM (89.1 Mhz), al ritmo de un episodio
por mes, programado siempre a las 11 de la mañana de cada día 27. De ese modo,
la producción tiene previsto concluir el 27 de agosto próximo, cuando la radio
apague sus primeras cien velas.
El primer capítulo se refiere, justamente,
al gesto inaugural con que el medio daría sus primeros pasos, pero también
comenzaría a aprender a dominar un lenguaje cuyas imágenes solo se producen en
la mente y la imaginación de los oyentes. Pocos años más tarde, en tiempos en
que la comunicación telefónica aún era inestable e insegura, Carlos Gardel
cantó desde una emisora de New York, mientras sus guitarristas tocaban en otra
de Buenos Aires y una tercera radio porteña lo mezclaba y lo ponía al alcance
de su audiencia.
El segundo episodio de “Los sonidos de un siglo” recuerda una pelea legendaria de 1923 en la que el argentino Luis Ángel Firpo estuvo a punto de arrebatarle el título mundial de los pesos pesados a Jack Dempsey en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la transmisión tuvo también un componente épico mediante el cual un puñado de oyentes metropolitanos se enteró del frustrante resultado del combate. Otra historia de aquellos años iniciales fue la enjundiosa cobertura periodística con la que algunas radios informaron del primer vuelo transoceánico directo de la historia. Esa labor terminó de convencer a los dudosos de que un nuevo comensal venía a participar del festín noticioso que, hasta ahí, era patrimonio exclusivo de los medios gráficos.
En la tercera entrega, el ciclo recupera
uno de los diálogos imaginarios que Enrique Santos Discépolo acostumbraba
sostener con “Mordisquito”, un personaje arquetípico ubicado en sus antípodas
ideológicas. Y, mucho más acá en el tiempo, reflexiona sobre la labor social de
interconexión que la radio cumple mediante los mensajes al poblador rural.
El capítulo número cuatro viste la
tonalidad violeta que acompaña las luchas femeninas por la igualdad de género
y, entre otros asuntos, indaga en la obra narrativa de mujeres abocadas a la
creación de otros mundos posibles.
Por el quinto episodio de “Los sonidos de un siglo” desfilan
algunos nombres relevantes de la historia de la radio, como los de Tito
Martínez del Box, Hugo Guerrero Marthineitz y Héctor Larrea y un monologuista
entrañable y de desbordante humanidad: Arthur García Núñez, (a) “Wimpy”.
Quienes se asomen a la sexta entrega escucharán
las paradójicas reflexiones de un filósofo que proponía consagrar la radio a
combatir el demonio del insomnio. Pero para quienes se resistan a ingresar al
reino de Morfeo, serán recordadas las propuestas nocturnales de Alejandro
Dolina, Omar Cerasuolo o Betty Elizalde. En esta ocasión, el ciclo también
homenajea a una mujer de talentos extraordinarios: Niní Marshal y acerca datos
de “Radio Bangkok”, un objeto de culto de los años ‘80.
Por supuesto, no lo hizo siempre
armónicamente. En ocasiones fue incapaz de contener su voracidad crematística.
A veces, su forja ideológica exhibió intolerancias. Pudo, alguna vez, no estar
a la altura de las circunstancias. Quizás tuvo alguna claudicación ocasional
respecto al esfuerzo creativo permanente que sus oyentes reclaman y merecen y
supo incurrir en prácticas de un parasitismo meramente reproductor.
Pero nuestra memoria elige ir al rescate de
sus momentos más logrados. Aquellos en que ninguna pereza intelectual desvirtúa
la voluntad expresiva y comunicativa; esos en que la inteligencia hace causa
común con la amabilidad y la gracia. Recuperamos cada uno de esos instantes en
los que la textualización sonora aunó profesionalidad, compromiso, talento, creatividad,
originalidad y vocación de servicio. Porque son esos momentos los que volverán
a llenar de sentidos el segundo siglo de vida de la radio.
¡Te invitamos a seguir con nosotros! Los
días 27 de cada mes, a las 11 de la mañana por Antena Libre FM (89.1 Mhz) – www.antena-libre.com.ar
En próximos episodios:
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Blackie, una mujer singular en
una actividad mayoritariamente ejercida por hombres.
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Ariel Delgado, una voz
inconfundible en medio de un paisaje de pesadilla.
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Radio Nacional en la Patagonia.
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Las cadenas radiofónicas: todo
el país cubierto con impronta metropolitana.
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La alianza invencible de la
radio con el tango.
*Ricardo Haye - Coordinador del Área Radiofónica